Nunca podré olvidarte, ni reemplazarte, ni recuperarme por completo de tu pérdida porque nuestro amor es eterno, nuestro amor no se acaba con la muerte.
Pequeño Luc, Luqui como decía tu abuelo, Luquitas como decían tus tíos, te echo tanto de menos...
Pienso en ese momento en el hospital cuando nos dejaron contigo a solas y tras un rato nos preguntaron si queríamos estar más rato contigo y yo dije que no, me arrepiento muchísimo ¡ Lo que daría ahora por ese poco de tiempo más contigo y poder abrazarte!
Se que tú estarás bien...desde allí arriba te toca a ti ayudarnos a nosotros a llevar nuestro dolor.
Querida amiga, no te puedo llamar de otra manera, que bonito diario, que dolorosa experiencia pero preciosa y humana... como la vida. Acojo tus lágrimas y las hago mías, a ver si compartidas pesan menos.
ResponderEliminarGracias por tu testimonio de maternidad tan intensa, por tu proceso de lucha, a pesar del miedo, eres un regalo para las mujeres que sufren en silencio.
Hoy doy gracias por ti, por tu familia, por Lucas... qué orgulloso debe estar de sus papás. Me imagino que cada noche irá a vuestra cama a acariciaros con sus enormes alas blancas.
Un beso y un abrazo, MAMÁ.
Pese a que tus palabras denotan un gran dolor y pesar, esconden una persona fuerte y con gran entereza. No puedo decirte otra que son las palabras más llenas de amor que jamás haya leido... un abrazo enorme
ResponderEliminar